26/5/14

La inesperada (y romántica) resurrección de la cinta cassette


  • La cinta cassette está de moda. Su silueta está ya en fundas "retro" para Iphone, monederos, camisetas con un punto de nostalgia y algún que otro documental. Hay quien se ha propuesto, como ya hiciera con el vinilo, sacar de la tumba a este invento que cambió las vidas de los amantes de la música.






Rebobinar. Rebobinar es la frontera. El límite que separa a dos generaciones. Una cinta virgen. Cara A. Cara B. Bienvenidos al mundo de la cinta cassette. Si alguna vez ha rebobinado una cinta, a mano o a máquina, con el botón RW o con un bolígrafo, entonces leerá con otro ánimo esta noticia: las cassettes (como el vinilo), se están poniendo de moda. Si no, seguirá pensando que eso del "walkman" es una antigualla del pasado.

La cassette era mucho más que un utensilio ("gadget", diríamos ahora). Era pequeño, muy pequeño. Se introdujo en los bolsillos. Borró de un plumazo el run-run de la aguja del vinilo. Y obró el milagro de que se pudiera elegir la música del coche. Sin anuncios, sin locutores, sin interferencias. Tres motivos para jurarle agradecimiento eterno.

Como tantos inventos, desapareció del mapa arrollado por el CD, el DVD, el pen-drive, los teléfonos inteligentes, el IPod, el IPhone, el ITunes y cuantos ingenios queden aún por venir. Pero desde hace un tiempo los cazadores de tendencias han visto en él una oportunidad de negocio, y su inconfundible silueta se asoma ya a las camisetas, los complementos o incluso las fundas para móviles

Recaudar fondos para impedir la desaparición de la cassette
La última iniciativa, y sin duda la más original, ha sido la de recaudar fondos para solicitar que la cassette se vuelva a introducir en el mercado, como si de una especie en peligro de extinción (que lo es) se tratara.

Dos nostálgicos de las cintas de toda la vida, Zack Taylor y Seth Smoot, han producido una película, Cassete: el documental, que indaga en las raíces que han hecho que muchos amantes de la música se hayan acercado a este soporte o, simplemente, se nieguen a decirle adiós.

Su campaña de recogida de fondos ha sido todo un éxito, y desde hace unos días reciben al visitante en su blog con un gigantesco agradecimiento en el que anuncian que, en contra de lo que muchos esperaban, han conseguido recaudar la cantidad inicial prevista de 25.000 dólares para iniciar una campaña que permita la fabricación y distribución, otra vez, de las cintas. "Lo hicimos. Muchas gracias a todos. Seguiremos a toda máquina en los próximos meses y semanas", proclaman.

De las cintas originales a las cintas vírgenes

Sin duda alguna, las cassettes han marcado a varias generaciones. Las había de tres tipos, como ocurre ahora con esa versión perfeccionada que es el CD, a punto de ser jubilada, a su vez, por el USB.

En lo alto del trono, las cintas originales, que se vendían a un precio asequible y que rivalizaban en las estanterías con la dictadura de los discos de vinilo. Junto a ellas, por supuesto, las cintas vírgenes, ese eterno dilema cotidiano. ¿Sony, Basf o TDK? ¿De 60, de 90 o de 120 minutos? Nunca llovía a gusto de todos. Lo que a una le faltaba a la otra le sobraba, y cuadrar la grabación con el espacio disponible era, casi siempre, una misión imposible.

Al menos quedaba un consuelo: las cintas de cassette nos incitaron a sumar y restar –minutos por un lado, segundos por otro- para saber en qué canción había que dejar la Cara A y pasar a la B, siempre y cuando se quisiese evitar la desagradable sensación de dejar al cantante con la palabra en la boca. Bien mirado, hicieron por las matemáticas más que muchos profesores.

Y había un tercer tipo de cintas, las piratas, con sus carátulas en blanco y negro y sus marcas desconocidas, ocultas en el doble fondo en los puestos ilegales en el metro, manteros de primera generación y esclavos del Megaupload de la época. Comprarlas era el camino más corto para "descargarse" los últimos éxitos.

Pero nada marcó tanto a las cintas de cassette como el rebobinado, ese engorroso trámite que cortaba el rollo, fundía las pilas del walkman y obligaba a fórmulas imaginativas, como el rebobinado manual con el bolígrafo (P.D.: los más eficaces, de toda la vida, eran los BIC, quizás un utensilio creado para pasar rápido las cintas al que luego se le incorporó una punta para pintar).

Ahora, décadas después de que se comercializara la última de estas cintas, parece casi un sueño pensar que, desterradas también de los coches, volverán a nuestras casas. Es probable que no arrasen en ventas, pero quién sabe si, dentro de poco, pasearse con un walkman por el Metro o pinchar el botón del play en el "loro" de doble pletina, en el salón de casa, sea un signo de modernidad.
(Publicado en

La Razón, (26/5/2014)




3/5/14

El rock ya no gobierna la música



"El rock and roll vivirá siempre", cantaba Neil Young en My my, hey hey (out the blue) en 1979. Pero, hoy en día, ¿sigue vivo? En las listas de éxitos, controladas por las divas del pop y el hip-hop, desde luego que agoniza. En directo aún congrega masas, pero en torno a sus viejas glorias. La fragmentación de las audiencias en la era de Internet y la falta de nuevas figuras, como en décadas pasadas fueron Bob Dylan, John Lennon o Kurt Cobain, pesan en contra del género dominante en el último medio siglo.
"Su impacto es muy pequeño en estos días", sentencia Peter Doggett, musicólogo británico y autor del libro sobre la revolución del rock'n'roll, There's a riot going on. "Dudo que ejerza el mismo efecto que consiguió en décadas que ya empiezan a quedar muy lejos", asegura Jorge Ortega, codirector de la revista Ruta 66 . "El rock ya no tiene el valor añadido que tuvo en sus orígenes", afirma Santi Carrillo, director editorial de Rockdelux, y añade: "Es un subestilo más dentro de los mil estilos actuales. Y no el más importante". Es difícil saber dónde comienza y dónde termina, pero, simplificando, el rock, que bebió del blues, es un género que siempre ha tenido la guitarra como piedra angular. Y esta ha dejado de sonar entre la tecnología de los ordenadores y las bases pregrabadas. La variedad de canales de acceso ha fragmentado las audiencias. Solo las 'vacas sagradas' del rock compiten con Lady Gaga o Shakira

Desde que, en 1954, Elvis Presley grabó That's All Right, Mama , uno de los primeros sencillos genuinos del género, muchos han anunciado "la muerte del rock". La última defunción quedó decretada por el diario británico The Guardian cuando hace unas semanas publicó un reportaje en el que alertaba de su muerte. ¿El motivo? La venta de sencillos cayó a un nivel histórico desde su nacimiento en Reino Unido.
Solo tres canciones de este estilo aparecieron entre las 100 más vendidas en una lista llena de hip-hop, R&B contemporáneo y pop. Las afortunadas tampoco eran la mejor representación del rock al que cantaba Young: Don't Stop Believin', del grupo de los ochenta Journey y que se hizo popular por la serie adolescente Glee; Hey, soul sister, de Train , y Dogs Days are over, de Florence + Machine . Para musicólogos como Paul Gambaccini, referente en la BBC y conocido como El profesor del pop, "la era del rock había llegado a su fin, como antes sucedió con la del jazz", según aseguró en The Guardian. Los foros de Internet prendieron con los comentarios.
La lista británica de singles es solo un indicador entre muchos para medir el estado de la cuestión, pero un simple vistazo a las clasificaciones de los discos más vendidos muestra que el rock ha dejado de ser el estilo predominante. En Estados Unidos, cuna del género, el rapero Eminem fue el que más vendió en 2010 seguido del country comercial de Lady Antebellum y Taylor Swift y el pop rapeado de Justin Bieber. En Reino Unido, Take That, abanderados del pop juvenil, lideraron la lista, a los que siguieron Michael Buble, Lady Gaga y Alicia Keys. Entre lo más vendido para la tienda Amazon solo se coló, entre los 10 primeros, Arcade Fire y Mumford & Sons. Panorama similar se vio en la clasificación de sencillos de iTunes, donde solo la canción de Train dominaba en una lista sin representantes rock.
En España, tampoco hubo rastro: Sergio Dalma, Joan Manuel Serrat y Alejandro Sanz ocuparon los tres primeros puestos. "Un adolescente que hable en la actualidad de Led Zeppelin, Jimi Hendrix, Rolling Stones o Bob Dylan es lo más parecido a un ser de otro planeta", dice Ortega. Si los clásicos suenan a cuentagotas entre la juventud, los nuevos, como JD McPherson, o no muy consolidados, como Nick Curran o Drive By Truckers, aún mucho menos.
Todo esto en la peor época de la historia para la industria discográfica. Cada año se venden menos álbumes y sencillos. Aunque expertos y profesionales del sector aseguran que, a pesar de esta caída en picado en la venta, se escucha más música que nunca, debido a las descargas, YouTube , Spotify o Myspace . La variedad de canales de acceso ha traído la fragmentación de las audiencias. "La facilidad de llegar a todo ha abierto muchas ventanas pero también ha cerrado muchas puertas", asegura Ortega. A la parcelación estilística se suma un síntoma propio de los tiempos que corren: el ayer se ha quedado viejo.
"El tipo de sociedad actual tiene mucho que ver con el usar y tirar. Al rock hay que tenerle ganas y dedicarle tiempo. La sociedad de hoy anda escasa de él, convirtiendo la música en un mero estímulo puntual", señala el responsable de Ruta 66. En esta nueva geografía sensitiva, el rock tiene dura competencia y, hoy por hoy, ha perdido la batalla ante productos de consumo más rápidos y accesibles, tanto por la confianza promocional con la que cuentan como por lo que representan. Los únicos que pueden competir con Lady Gaga o Shakira son las vacas sagradas del rock. Pero cada vez les cuesta más.
La falta de visibilidad se cubre en buena parte con más conciertos, que se han convertido casi en la única fuente de financiación de los músicos que no aparecen en las listas de éxitos. "Internet ha hecho que la gente acceda de forma fácil al rock, aunque no tengo claro que haya más público", explica David Giménez, director de la promotora de conciertos Heart of Gold. "En Madrid, hace años solo había una sala y un concierto por fin de semana. Ahora hay cuatro. Eso supone demasiada oferta para la demanda existente". Conclusión: hay público pero más disperso. La concentración sí llega con los grandes clásicos, capaces de arrastrar a las masas. El rock vende a los nostálgicos. Figuras como Bruce Springsteen, U2 , Rolling Stones o Roger Waters llenan recintos mastodónticos.
"Hay estrellas pero no sé cuál es el impacto real que tienen sobre la vida de sus fans. La gente de hoy está fascinada con las celebridades, pero las estrellas de rock de los sesenta y setenta cambiaron la forma de pensar de las personas. Y no creo que eso lo hagan Paris Hilton o Lindsay Lohan", afirma Doggett. Con la cumbre del negocio demasiado lejana y el mercado saturado, la cuestión es saber cuál es el papel del rock en la actualidad. Los adolescentes de ayer, que crecieron con los Beatles o Elvis Presley, son los adultos nostálgicos de hoy. Ellos son los que más acuden a los conciertos y consumen sus discos.
Pero en su caso tienen un motivo, más allá del entretenimiento, según el autor de There's a riot going on. "El rock fue un vehículo para distribuir ideas radicales de una forma directa. Esos jóvenes escuchaban a los músicos y no a los políticos". Como afirma el historiador británico Tony Judt en su libro Algo va mal, que repasa las diferentes formas de vida entre la sociedad actual y la de hace de medio siglo, "a finales de los sesenta, la brecha cultural que separaba a los jóvenes de sus padres quizá era mayor que en cualquier otro momento desde comienzos del siglo XIX".
Y esa brecha marcó la pauta del rock. Dylan en el primer volumen de sus memorias lo resume así: "Si estabas vivo, aunque hubieses nacido hacía poco, notabas en el ambiente que el viejo mundo estaba desapareciendo para ceder el paso al nuevo". Los sonidos que ya en los cincuenta hermanaban el legado afroamericano del blues, el jazz y el gospel con la tradición blanca del swing o el country confluyeron en música radicalmente refrescante para una cultura juvenil con capacidad de emancipación y transformación social. No se puede entender el movimiento contra la guerra de Vietnam sin la música de Lennon como tampoco el inconformismo de los jóvenes mods británicos sin My Generation de The Who .
El lenguaje compartido que supuso el rock para aquellas generaciones no ha vuelto a ser el mismo. "Lo de la rebeldía, la contracultura, el alternativismo o el sueño romántico de cambio de sociedad se ha perdido. Ahora el rock es como jugar con la Playstation", afirma Carrillo. Ortega coincide: "Me remito a las palabras de Robbie Robbertson: 'El rock ya no es voz de nada'. En el mayor de los casos es un producto de consumo más". Doggett tampoco duda: "Como fuerza revolucionaria hace mucho que ha muerto. No creo que la gente joven necesite hoy lo mismo que necesitábamos nosotros. Ellos tienen otras formas de comunicarse y sentirse parte de una generación". ¿Se puede hablar entonces del final del rock? "No creo que llegue a eso porque continuamente se está reinventando. Siempre habrá buenas y nuevas bandas de rock", dice Ortega. "Es cíclico, y siempre vuelve", aventura Jiménez.
Tras cantar Neil Young aquello del "rock'n'roll nunca morirá", el líder de Nirvana cogió el siguiente verso de la canción para dejarlo escrito en su nota de suicidio: "Es mejor quemarse que apagarse". Ahora, solo falta esperar a ver si el rock está quemado o simplemente apagado por un tiempo.

Fernando Navarro (EL PAIS 3-4-11)

10/3/13

Accidente en Bragança


 

Estos días ha sido noticia en el pais vecino el accidente que ilustro en esta imagen. Al parecer, el Passat CC habría tenido un "fallo" en los frenos casualmente el mismo día que el Obispo de Bragança lo quitaba marcha atrás de las cocheras del Palacio Episcopal para proceder a su estrena. Durante esa maniobra se precipitó desde una altura de dos metros sobre el Clio de la imagen. ¿No serán muchos caballos Sr. Obispo?.

 

Los caprichos del nuevo rico






En una visión rápida de estas imágenes seríamos capaces de situar, al menos por país, estas edificaciones. Nos llevarían a Francia, Italia y Austria. En realidad no se encuentran en ninguno de esos paises, si no en China. ¿Para qué venir a Europa si podemos disfrutarlas aquí?,  han debido  pensar sus creadores. Y si somos capaces de imitar y copiar todo cuanto hay, ¿por qué no hacerlo a una escala mayor si cabe?. Los precedentes eran claros, no en vano en Las Vegas se han hecho cosas muy similiares que maravillan al ojo poco formado. Prueba de que cuando eres rico, muy rico, las ideologías deben contar poco y los extremos acaban juntándose. Por que, al fin y al cabo, no merece la pena ser ricos si los demás no lo van a notar. Las dos primeras fotos hacen una recreación de la bella ciudad austríaca de Hallstatt y se encuentra en Huizhou. La foto del canal recrea Venecia y se encuentra en Tianjin, mientras la última es una copia exacta del Chateau Maison-Laffitte, tanto exterior como interiormente.

31/12/12

La música previsible (estudio CSIC)


 
 
 
La música es cada vez más previsible
 
El CSIC ha analizado casi medio millón de canciones compuestas desde 1955 hasta 2010
 
Los resultados indican que la música tiende a ser cada vez  más homogénea y con menos sonoridades


Las canciones compuestas en las décadas más recientes tienden a parecerse más entre ellas que las antiguas, según revela una investigación liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El trabajo, que ha analizado 464.411 canciones, ha sido publicado en el último número de la revista Scientific Reports.

Según los parámetros analizados, las transiciones entre los grupos de notas han disminuido de forma continua durante los últimos 55 años. El investigador del Instituto de Investigación en Inteligencia Artificial del CSIC Joan Serrà, que ha dirigido el trabajo, explica: “Estos parámetros musicales en las canciones son como las palabras de un texto y hemos observado que cada vez hay menos palabras diferentes”. Dada una nota musical, es relativamente más fácil predecir cuál será la siguiente en una canción actual.

Del mismo modo, las composiciones musicales más recientes también presentan una menor diversidad de timbres y tienden a interpretarse con los mismos instrumentos. Joan Serrà opina que “en la década de los 60, por ejemplo, grupos como Pink Floyd experimentaban mucho más con la sonoridad que ahora”.

Otra de las tendencias es el aumento paulatino del volumen intrínseco al que se graban las canciones. Este volumen es independiente del que cada usuario puede seleccionar para reproducirlas posteriormente. Según el investigador “hasta ahora, este efecto, largamente comentado, no se había podido comprobar empíricamente a gran escala.”

Los resultados de la investigación ofrecen, por tanto, una receta teórica para crear canciones que suenen modernas y actuales. Serrà detalla: “Los cambios de acordes sencillos, los instrumentos comunes y el volumen fuerte son los ingredientes de la música actual, realizar estos cambios sobre canciones antiguas puede hacer que suenen a nuevas”. En opinión del investigador, este proceso de homogeneización podría deberse a la fuerza de las modas, ya que “se observa una tendencia a engancharse a la corriente dominante”.
 

16 años escuchando música

Las piezas analizadas por el equipo de investigación proceden de una base de datos pública de más de un millón de canciones elaborada por la Universidad de Columbia (EEUU), que han sido publicadas entre 1955 y 2010. Las obras responden a un amplio número de estilos como rock, pop, hip hop, metal y electrónica.  Dado que una canción dura de media cuatro minutos y que un experto, para poder anotar los parámetros de interés para el estudio, necesita de un mínimo de cuatro escuchas, la investigación hubiera requerido 16 años de escucha, 365 días al año, 24 horas al día.

Para Serrà, “Los ordenadores nos permiten escuchar música de una manera que los humanos, simplemente, no podemos”. El trabajo ha contado con la colaboración de investigadores del Centro de Estudios Matemáticos de Bellaterra, y de las universidades de Barcelona y Pompeu Fabra.

 

Joan Serra, Álvaro Corral, Marían Boguña, Martín Haro y Josep Ll. Arcos. Measuring the Evolution of

Contemporary Western Popular Music. Scientific Reports. DOI: 10.1038/srep00521

23/9/12

Las canciones del futuro se escuchan con los ojos


¿Recuerdan al melómano tal y como lo conocíamos? Esa especie humana con variable obsesión por la música grabada que aspiraba a aplicar el ideal del pequeño burgués al consumo sonoro: perseguía sus hallazgos (discos de mayor o menor valor), los almacenaba en las condiciones correctas y construía el entorno adecuado de alta fidelidad para escucharlos. Mucho han cambiado las cosas desde aquellos tiempos. La pasión por la música obviamente sigue siendo la misma —o mayor—. Lo incuestionable es que no se consume de igual manera. Un estudio de la consultora Nielsen confirma los peores temores de la industria y los puristas con un revelador dato: por primera vez el medio preferido por los jóvenes estadounidenses para escuchar canciones es el portal de vídeos YouTube. Ni la radio, ni los CD o elepés, ni iTunes (no se contemplan streaming o descargas ilegales), sino el portal donde van a parar al mismo saco videoclips en alta definición de los de toda la vida, filmaciones históricas de conciertos, sonrojantes versiones caseras de clásicos, rarezas inencontrables o vídeos virales con musiquita pegadiza.

 ¿Qué depara este nuevo panorama a las agonizantes discográficas y a otros medios como las radios o las cadenas de vídeos? ¿Cuál es el mensaje que envía Nielsen sobre el presente y el futuro de los hábitos culturales? ¿Oír una canción en las condiciones propias de un ordenador (o de un móvil inteligente) es intrínsecamente peor que hacerlo ante un equipo de miles de euros? ¿Creó la revolución tecnológica oyentes de primera y segunda clase?

 De momento, en las cláusulas del contrato de YouTube queda respondida la primera pregunta, que para la industria encierra todas las demás. El portal aporta ingresos en concepto de derechos de autor y, al igual que la radio o canales temáticos como MTV (heridos de muerte por la mera existencia del portal de vídeos), funciona también como plataforma publicitaria. “YouTube o Spotify son formas legales de consumir música. Al compositor de las canciones le llega un porcentaje calculado a partir de los clics”, afirma Esteban Calle, de Promusicae, patronal de los sellos.

 Qué porción de la tarta acaba en manos de los creadores es un dato que la compañía, propiedad de Google, no hace público. Ni tampoco es uniforme; depende de los acuerdos alcanzados con cada uno de los actores, sean estos discográficas o entidades de gestión de los derechos.

 En cualquier caso, el caudal es formidable. Según cifras facilitadas por el portal, cada minuto se suben el equivalente a 48 horas de vídeos para el consumo de una millonaria audiencia que no siempre sigue los gustos de la corriente dominante. De los 10 más vistos en YouTube en 2011 en España, siete fueron canciones. Ninguna pertenecía a alguno de los 50 discos más vendidos. Habría que acudir a la lista de canciones más vendidas —sencillos, descargas legales— para encontrar dos de ellas entre las más vendidas. Y Ai se eu te pego, el vídeo más visto —acumulaba ayer más de 419 millones de visitas en todo el mundo—, solo alcanza el noveno puesto.

A favor del éxito juega, obviamente, la inmediatez. A diferencia de la radio o cadenas como la MTV (donde, quizá por esa razón, los cinco programas más vistos en julio fueron de telerrealidad y no de vídeos musicales), uno elige en YouTube lo que desea escuchar, cuándo y con quién (la web se ha convertido en un ingrediente esencial en fiestas de toda clase). Además, el catálogo de la página es difícil de batir en cuanto a capacidad de almacenamiento.

 Aunque esa virtud (Virginia Wassmann, portavoz de la compañía, cifra con la contundencia del eslogan en que en YouTube “se escucha más variado que en las listas de éxitos”) sea, según el prestigioso musicólogo Ramón Andrés, su principal vicio: “Solo podemos conocer una parte de algo que es inmenso, y aunque la oferta sea más extensa, la gente acaba escuchando lo mismo de siempre. Se suele afirmar que es una herramienta democrática, lo que es verdaderamente democrático es que el oyente piense”.

 Del mismo modo, descrito por Andrés, en que la revolución tecnológica ha convertido a todos en dj’s (y locutores de radio) también ha hecho de los ordenadores (e iPads, iPhones, móviles...) los nuevos equipos musicales. Quizá se escuche más música que nunca, pero ¿se hace en las condiciones idóneas? “Escuchar música en un ordenador es como ver un cuadro en blanco y negro. Hemos perdido mucha sensibilidad auditiva”, afirma Andrés.

 Quizá sirva al musicólogo de consuelo que como reacción a ese nuevo paradigma se ha producido, observan los expertos, un proceso de gourmetización entre ciertos oyentes. El repunte de las ventas de los elepés (que en muchas ocasiones se presentan en ediciones de alto gramaje para atestiguar la idoneidad para el audiófilo) sería un síntoma de ello. También, que aún hay quien se resiste a consumir música en pequeñas dosis. Josele Santiago, de los Enemigos, es de los que opinan que el álbum aún es el mejor formato. Y si emplea herramientas como YouTube es para hacerse una idea del contenido de un disco antes de comprarlo.

 Aunque las revistas de tendencias hablen de la vuelta del vinilo, Santiago es, como mucho se teme Luis Peraita, una excepción. Pieraita lleva más de 30 años vendiendo equipos de alta fidelidad en la calle Barquillo de Madrid, donde muchas tiendas especializadas en aparatos de música han cerrado en los últimos años para ser sustituidas por comercios de moda. Su experiencia le invita a pensar que existe una relación entre lo que escucha la gente y cómo lo escucha. “Los fieles a los equipos tradicionales buscan sacar el mayor partido a discos de ópera o incluso rock o jazz”. Reconoce que, aunque el negocio resiste, ya no se venden tanto como antes. Un vistazo a lo que ofrece en su tienda sirve de gráfica demostración de que el consumo musical se ha convertido más bien en un asunto partisano: en la tienda conviven equipos que pueden llegar a sobrepasar los 7.000 euros con baratos aparatos de mp3 o adaptados al formato. “También hay un sucedáneo de alta fidelidad en el mundo de los ordenadores y los mp3. Mucha gente compra altavoces de 100 o 200 euros para estos aparatos, pero buscan más accesorios de diseño que de calidad”.  (EL PAIS, 25/08/2012).

22/9/12

Pensar rápido, pensar despacio

 
El psicólogo israelí Kahneman obtuvo el Premio Nobel de Economía en 2002 por integrar parte de los avances de su disciplina en el análisis económico y, en particular, por sus investigaciones sobre los juicios y la toma de decisiones bajo incertidumbre. En los últimos años también se ha concedido este galardón a otros investigadores que, no partiendo de la economía, aplicaron sus conocimientos a esta disciplina. Este es el caso de la recientemente fallecida Elinor Ostrom, que consiguió el Nobel en 2009 por su estudio sobre la gestión de los bienes de propiedad común.
Kahneman centra su investigación, no en lo irracional del comportamiento humano, sino en las limitaciones de la racionalidad cuestionando la aproximación de los economistas a este tema. Desde los años sesenta, y gracias a trabajos como los del también laureado con el Nobel Gary Becker, lo que distingue a la economía de otras disciplinas no es el tema de estudio (la riqueza, los mercados o los precios), sino la forma de analizar otras cuestiones como el matrimonio o la discriminación racial. Es decir, el ámbito de la economía se extiende —de ahí que se acuse a esta disciplina de ciencia imperialista— a aquellos aspectos del comportamiento humano en los que los medios son escasos, y los fines, competitivos. Para ello se parte de las hipótesis de la conducta racional (es decir, los agentes se comportan como si maximizaran sus propias funciones de utilidad sujeta a restricciones presupuestarias, temporales y de producción) y de la estabilidad de las preferencias. Becker, en su discurso de aceptación del Nobel, afirma que los individuos maximizan el bienestar “como ellos lo conciben, ya sean egoístas, altruistas, leales, rencorosos o masoquistas”.
Kahneman cuestiona no sólo que la gente sea racional en todas las ocasiones, sino que emociones como el miedo, el afecto y el odio expliquen la mayoría de las situaciones en las que los humanos se alejan de la racionalidad. Su intención es buscar el origen de los errores en el diseño de la maquinaria de la cognición más que en la alteración del pensamiento por la emoción.

 

Describe la vida mental con la metáfora de dos agentes. El Sistema 1, que produce pensamiento rápido, intuitivo y con apenas esfuerzo, y el Sistema 2, lento, perezoso, no siempre activado y que requiere cálculos complejos y atención. El Sistema 1, por ejemplo, no sabe resolver automáticamente el problema de multiplicar 28×53. El Sistema 2, en cambio, con ciertas limitaciones, es el único que puede seguir reglas, comparar objetos en varios de sus atributos y hacer elecciones deliberadas entre opciones. Esta división del trabajo es muy eficiente, pero siempre hay que tener en cuenta que en el Sistema 1 hay sesgos y no se puede desconectar a voluntad. Así tenemos dificultad de apreciar nuestros errores, aunque nos resulta más fácil detectar los ajenos. En este libro, en definitiva, se muestra que el Sistema 1 es más influyente de lo que nuestra experiencia nos dice, y es “el secreto autor de muchas de las elecciones y los juicios que hacemos”.
Las dificultades del pensamiento estadístico muestran tanto la limitación de nuestra mente y que tengamos una excesiva confianza en lo que creemos saber, como la aparente incapacidad para reconocer las dimensiones de nuestra ignorancia y de la incertidumbre del entorno en el que vivimos. Kahneman, influido por Nassim Taleb (autor del best seller El cine negro), ilustra con numerosos ejemplos que somos propensos a sobrestimar lo que entendemos y a subestimar el papel del azar: “La maquinaria del Sistema 1, que a todo da sentido, nos hace ver el mundo más ordenado, predecible y coherente de lo que realmente es” y “La ilusión de que uno ha entendido el pasado alimenta la ilusión de que puede predecir y controlar el futuro”. Este es el caso de muchos inversores que predicen ligeramente mejor que el resto de sus conciudadanos, pero desarrollan “una ilusión de su aptitud algo mejorada, lo que hace que tengan un exceso de confianza poco realista”. Por tanto, aunque no podemos culpar a nadie de fracasar en sus predicciones en un mundo impredecible, sí que habría que llamar la atención a aquellos profesionales que creen que pueden tener éxito en esta tarea imposible. Las pretensiones de tener intuiciones correctas en una situación impredecible significan cuando menos engañarse.
No cabe duda de que este análisis interdisciplinar es muy enriquecedor, pero sin olvidar que los modelos económicos no mantienen que los individuos sean racionales, sino que suponen que son racionales, y partiendo de esta hipótesis y otras igualmente sencillas han tenido éxito explicativo en diferentes campos de la teoría económica. Sirvan de ejemplo los avances que se han producido en el estudio de las instituciones que facilitan o dificultan al individuo tomar decisiones en un marco de recursos escasos y fines alternativos.  (EL PAIS Babelia  28/07/2012)
 
Daniel Kahneman
Traducción de Joaquín Chamorro Mielke Debate. Barcelona, 2012
666 páginas.
 

Vilar de Frades (Areias de Vilar, Barcelos)


Este verano he aprovechado para conocer la iglesia del antiguo convento de Vilar de Frades en la localidad de Areias de Vilar. Es muy fácil acceder a ella desde la nacional 103 que une las localidades de Braga y Barcelos pues está señalizada en la misma carretera. Una vez nos apartamos de la nacional apenas hay algo más de un kilómetro hasta ella. Esta iglesia fue declarada Monumento Nacional de Portugal en 1910. Cuando nos acercamos a la entrada de su jardín exterior no advertimos nada especial en su fachada hasta que nos vamos aproximando y podemos contemplar su magnífico portal manuelino. Este presenta elementos propios del plateresco como las cabezas de ángeles aladas que podemos ver en los capiteles. Como curiosidad el portal está enmarcado por grandes columnas imitando troncos de árboles podados, expresión artística relacionada con el gótico tardío centroeuropeo y que se conoce con el nombre de astwerk. Una vez que accedemos al interior observamos que se trata de una iglesia de planta de cruz latina que presenta un reducido transepto. Es de nave única con cinco capillas a cada lado que se comunican entre sí. En esta obra intervino Juan del Castillo, notable arquitecto cántabro al servicio de la corona de Portugal y responsable de importantes trabajos del gótico final en ese pais. Destaca la profundidad de la capilla mayor (capela mor). No obstante nuestra atención debe dirigirse hacia el techo en donde observaremos tres series de terceletes que salen de cada ménsula dando lugar a una tupida red de nervios. Las capillas del crucero presentan típicas bóvedas de combados manuelinas.








19/4/12

BOB SEE, el hombre que construyó el Arco Iris.






Hoy os voy a escribir algo muy interesante sobre quién fue el genio que diseñó y construyó el Arco Iris que aparecía en los conciertos de Rainbow. Este gran personaje se llama Bob See y es el responsable de SEE FACTOR INDUSTRY. Si observais en el disco On Stage, allí se detalla como era el arco y tambien dice que fue construido por See Factor. Pero veamos que había detrás de todo eso.

¿Quién es Bob See y que significó para el mundo del rock y el espectáculo?

Bob See fue el creador de See Factory, una gran empresa que aún hoy se dedica a la iluminación, sonido, equipamientos etc y todo lo que un show requiere. Pero veamos como se inicia la historia. Bob nació en Brooklyn (N.Y) en 1947. Sus padres eran músicos importantes (él pianista, ella violinista) que se habían conocido en la Universidad de Nueva York. El nació rodeado de un ambiente musical e incluso aprendió a tocar la trompeta y la guitarra. Desde sus tiempos en el colegio Bob se empezó a interesar más por lo que sucedía detrás de los escenarios y se divertía manejando equipamientos, luces, sonido. Eso lo prefería a estar sobre el escenario. Así fue como empezó a estudiar todo lo relacionado con el mundo del back stage. 




          Un hecho va a cambiar radicalmente su vida. Era 1968 y ya el grandísimo productor Bill Graham había llegado a EE.UU hace tiempo para dejar su huella en el mundo del rock para siempre. Graham (fallecido en 1991 en accidente de helicóptero) lo conocereis bien por que aparece en los créditos de muchos discos. Ese año de 1968 adquirió el Commodore Theater de Nueva York y lo transformó en el Fillmore East, la que sería mítica sala de conciertos de rock. Trataba de que el rock tuviese un espacio digno como tenía la opera. Estuvo abierto hasta 1971 y por alli pasaron Deep Purple, Santana, Allman Brothers, Zephyr, Led Zeppelín, Hendrix, etc. Pues bien, un día de 1968 iba Bob See por la calle y se encontró un cartel, en lo que iba a ser el Fillmore East, pidiendo un electricista. Total que se le ocurrió entrar y fue contratado. De ese modo conoció a Graham y trabajó con él hasta dos semanas después de cerrar en 1971. En el Fillmore East, Bob See trabajó en la vanguardia de los efectos visuales que alli levaba a cabo The Joshua Light Show. Asi, trabajó para los Allman Brothers, The Doors, Edgar Winter, Janis Joplin, Jefferson Airplane, la ópera Tommy de Who, etc.

           Pero el Fillmore East cerró en 1971, asi que Bob decidió seguir en ese mundo fundando See Factor. Lo primero que empezó haciendo fue iluminaciones para grupos entre los que destacaba James Gang (donde tocaría Tommy Bolin). El trabajo con esta banda le puso en contacto con David Bowie al que acompañó tres años y medio. See Factor empezó a crecer y crecer. Entonces se dedicaba no solo al montaje de los shows sino tambien al alquiler de los equipamientos. Por alli desfilaron Deep Purple en sus giras por EE.UU y tambien Rod Stewart, Rush, ELO, Blue Oyster Cult etc. Bob era un auténtico pionero en el negocio. Un día recibió la visita de Ritchie Blackmore quien le sugiere la idea de un arco iris. No era la primera vez que esto se materializaba sobre el escenario ya que lo habían utilizado Deep Purple. Esta vez se trataba de hacer honor al nombre del grupo y debía ser algo espectacular. Blackmore le pidió a Bob See que hiciese un gran arco gigantesco con 2.400 bombillas de 40 vatios cada una (ya se que en On Stage pone 3.000, pero Bob no dice lo mismo) y en cuatro colores distintos. Cada color debía tener un pie de ancho lo que daba un total de cuatro pies de achura para el arco. Todo ello soportado en una estructura de acero. Bob entonces llamó a un antiguo compañero suyo llamado Bob Goddard para que le ayudase en el proyecto. Goddard se encargó de diseñar una de las primeras computadoras empleadas en este tipo de trabajos y acompañaron a Rainbow en sus giras.

             Posteriormente See Factor hizo otros diseños como la A gigante iluminada para Aerosmith y trabajos para Billy Joel, Ted Nugent, Foghat etc. Rush le pidió un cielo de luces que se pudiese montar y desmontar en cuatro horas. Total que a finales de los 70 ya tenian oficina en Los Angeles y en Londres y de ahí se extendieron por todo el mundo ya que muchos espectáculos podían estar incluso de gira años. En la época de Deep Purple, Bob disponía de un Boeing 707 privado para poder hacer su trabajo en un entorno tan grande. En los 80 tenía a mas de cien personas trabajando e incluso una flota de camiones. En los 90 siguió trabajando y realizó el montaje de Woodstock ´94 asi como trabajos para Peter Gabriel o Rush mientras se introducía en el mundo de la televisión y el cine con películas como Spider Man 2. El 25 de Febrero de 2006  recibió uno de los premios más importantes que otorga la industria americana, el Parnelli Lifetime Achievement Award.

15/4/12

Tommy Bolin



El guitarrista Tommy Bolin, nacido en 1951 en Sioux City (Iowa), estaba llamado a ser uno de los grandes guitarras de los setenta y de la historia del rock. Una sobredosis de heroína acababa con su vida tras un concierto en Miami, que incluía también a Jeff Beck, un 4 de Diciembre de 1976 . Inició su carrera a finales de los sesenta tocando blues-rock en un grupo llamado Zephyr con quien grabó Zephyr (´69) y Going Back To Colorado (´71). De aquí paso a otra formación llamada Energy, aplicada esencialmente al jazz-rock y ocupó la mayor parte de su carrera sustituyendo a otros guitarristas o apareciendo en grabaciones de músicos como Billy Cobham o Alphonso Mouzon. Así llegó a ocupar el lugar de Joe Walsh (luego en Eagles) en James Gang y el de Ritchie Blackmore en Deep Purple. Su temprano fallecimiento solo le permitió publicar dos magníficos discos en solitario, Teaser (´75) y Private Eyes (´76).

 Los temas de James Gang en Bang (´73) y Miami (´74) llevan casi todos la autoría de Bolin. En aquellos años destacaba en Nueva York como guitarra de jazz-rock, estilo que conocía un momento brillante, llamando la atención del batería de Mahavishnu Orchestra, Billy Cobham, que lo llama para su primer trabajo en solitario Spectrum, grabado en mayo de 1973. En este disco, fundamental no solo en la discografía de Cobham, sino dentro del jazz-fusión, contaba con excelentes músicos como Jan Hammer, Joe Farrell, Ron Carter o John Tropea. Al año siguiente, otro batería, Alphonso Mouzon, procedente de la mítica formación Weather Report, le pide su colaboración para su álbum Mind Transplant.En 1975 le llega otra gran oportunidad, ocupar el lugar que deja nada menos que Ritchie Blackmore en Deep Purple. Con este grupo grabará Come And Taste The Band acompañando a David Coverdale y Glenn Hughes a la hora de crear casi todos las canciones. La separación de Deep Purple ese mismo año le hace volcarse plenamente en su carrera en solitario. Publica Teaser (´75), su primer trabajo y en el que colaboran Glenn Hughes, Phil Collins, David Sanborn o Jeff Porcaro entre muchos otros. Al año siguiente edita Private Eyes.En recuerdo suyo se publicó en 1977 Last Concert in Japan y recientemente Tribute to Tommy Bolin, un proyecto de Glenn Hughes y en el que aparecen músicos con los grabó en vida recreando sus temas.

Guía de Audición de Tommy Bolin

Tema “Quadrant 4” cd Spectrum Billy Cobham
Tema “Taurian Matador” cd Spectrum Billy Cobham
Tema “Red Baron” cd Spectrum Billy Cobham
Tema “Savannah Woman” cd Teaser Tommy Bolin
Tema “Bustin´ out for Rosey” cd Private Eyes Tommy Bolin
Tema “Gettin´ Tighter” cd Come And Taste The Band Deep Purple


 
 
 
 

27/9/11

Diálogo entre Colbert y Mazarino



Colbert: Para conseguir dinero, hay un momento en que, engañar [al contribuyente] ya no es posible. Me gustaría, Señor Superintendente, que me explicara cómo es posible continuar gastando cuando ya se está endeudado hasta al cuello...

Mazarino:  Si se es un simple mortal, claro está, cuando se está cubierto de deudas, se va a parar a la prisión. Pero el Estado... ¡¡ cuando se habla del Estado, eso ya es distinto!!! No se puede mandar el Estado a prisión. Por tanto, el Estado puede continuar endeudándose. Todos los Estados lo hacen!

Colbert: Ah sí? Usted piensa eso ? Con todo, precisamos de dinero. ¿ Y cómo hemos del obtenerlo si ya creamos todos los impuestos imaginables?

Mazarino:  Se crean otros.

Colbert: Pero ya no podemos lanzar más impuestos sobre los pobres.

Mazarino:  Es cierto, eso ya no es posible.

Colbert: Entonces, ¿sobre los ricos?

Mazarino:  Sobre los ricos tampoco. Ellos no gastarían más y un rico que no gasta, no deja vivir a centenares de pobres. Un rico que gasta, si.

Colbert: Entonces cómo hemos de hacer?

Mazarino: Colbert, tú piensas como un queso de gruyere o como el orinal de un enfermo. Hay una cantidad enorme de gente entre los ricos y los pobres. Son todos aquellos que trabajan soñando en llegar algún día a enriquecerse y temiendo llegar a pobres. Es a esos a los que debemos gravar con más impuestos..., cada vez más..., siempre más. Esos, cuanto más les quitemos, más trabajarán para compensar lo que
les quitamos. Son una reserva inagotable.

3/3/11

Eumir Deodato Trio – Ao Vivo no Rio (2007)





Recomiendo encarecidamente la escucha atenta y el disfrute de este disco de Eumir Deodato. No puedo añadir mucho más a la excelente descripción que realiza la compañía Biscoito Fino para la cual fue grabado. Todo un homenaje a la música de Antonio Carlos Jobim, músico con el que tanto compartió en el pasado.

Desde que escreveu um arrojado arranjo para Assim falou Zarathustra, de Richard Strauss (tema do filme 2001: Uma Odisséia no Espaço), em 1973, Eumir Deodato alcançou o primeiro time dos arranjadores internacionais. Não foram poucos os prêmios, além de um Grammy, na categoria Melhor Performance Instrumental pop/rock, e uma indicação para Melhor Artista Pop. No ano seguinte, numa viagem ao Brasil para rever a família – desde 1967 estava morando nos Estados Unidos – lamentou não ter sido convidado para tocar em nenhuma boate, clube ou o que fosse, apesar de, na época, já ter feito arranjos para Frank Sinatra, Tom Jobim, Aretha Franklin, Tony Bennett e Roberta Flack. Pois só agora, em 2007, graças à persistência do jovem produtor Pedro Seiler, que correu atrás ao saber que o músico iria se apresentar em São Paulo, ganhou um CD, gravado ao vivo nos dias 3 e 4 de abril na Sala Cecília Meireles: Eumir Deodato Trio – ao vivo no Rio, lançado agora pela Biscoito Fino. Com Deodato (teclado), estão, no baixo, Marcelo Mariano (filho de César Mariano e Marisa Gata Mansa) e, na bateria, Renato “Massa” Calmon, que segundo Deodato, só lhe deu alegrias.

Quando aceitou fazer o show no Rio, para a gravação do CD, o compositor e arranjador decidiu prestar uma homenagem a Tom Jobim, com quem trabalhou 15 anos em vários projetos, lembrando o aniversário de 80 anos, que teriam sido completados em janeiro último. São seis canções de Tom, incluindo aí, algumas em que participou como arranjador original, como Sabiá, cujo arranjo para o Festival da Canção foi feita por ele e também para a gravação de Frank Sinatra. O repertório tem ainda Baden Powell e Vinicius de Moraes, George Gershwin, o próprio Deodato (das 13 músicas do CD e DVD seis são de sua autoria) e Richard Strauss, com o arranjo fenomenal do brasileiro para Assim Falou Zarathustra.
Fuente: Biscoito Fino

29/1/11

Un mundo distraido

La tercera parte de la población mundial ya es 'internauta'. La revolución digital crece veloz. Uno de sus grandes pensadores, Nicholas Carr, da claves de su existencia en el libro Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? El experto advierte de que se "está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma".
El correo electrónico parpadea con un mensaje inquietante: "Twitter te echa de menos. ¿No tienes curiosidad por saber las muchas cosas que te estás perdiendo? ¡Vuelve!". Ocurre cuando uno deja de entrar asiduamente en la red social: es una anomalía, no cumplir con la norma no escrita de ser un voraz consumidor de twitters hace saltar las alarmas de la empresa, que en su intento por parecer más y más humana, como la mayoría de las herramientas que pueblan nuestra vida digital, nos habla con una cercanía y una calidez que solo puede o enamorarte o indignarte. Nicholas Carr se ríe al escuchar la preocupación de la periodista ante la llegada de este mensaje a su buzón de correo. "Yo no he parado de recibirlos desde el día que suspendí mis cuentas en Facebook y Twitter. No me salí de estas redes sociales porque no me interesen. Al contrario, creo que son muy prácticas, incluso fascinantes, pero precisamente porque su esencia son los micromensajes lanzados sin pausa, su capacidad de distracción es enorme". Y esa distracción constante a la que nos somete nuestra existencia digital, y que según Carr es inherente a las nuevas tecnologías, es sobre la que este autor que fue director del Harvard Business Review y que escribe sobre tecnología desde hace casi dos décadas nos alerta en su tercer libro, Superficiales. ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes? (Taurus).
"Aún no somos conscietes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro"
Cuando Carr (1959) se percató, hace unos años, de que su capacidad de concentración había disminuido, de que leer artículos largos y libros se había convertido en una ardua tarea precisamente para alguien licenciado en Literatura que se había dejado mecer toda su vida por ella, comenzó a preguntarse si la causa no sería precisamente su entrega diaria a las multitareas digitales: pasar muchas horas frente a la computadora, saltando sin cesar de uno a otro programa, de una página de Internet a otra, mientras hablamos por Skype, contestamos a un correo electrónico y ponemos un link en Facebook. Su búsqueda de respuestas le llevó a escribir Superficiales... (antes publicó los polémicos El gran interruptor. El mundo en red, de Edison a Google y Las tecnologías de la información. ¿Son realmente una ventaja competitiva?), "una oda al tipo de pensamiento que encarna el libro y una llamada de atención respecto a lo que está en juego: el pensamiento lineal, profundo, que incita al pensamiento creativo y que no necesariamente tiene un fin utilitario. La multitarea, instigada por el uso de Internet, nos aleja de formas de pensamiento que requieren reflexión y contemplación, nos convierte en seres más eficientes procesando información pero menos capaces para profundizar en esa información y al hacerlo no solo nos deshumanizan un poco sino que nos uniformizan". Apoyándose en múltiples estudios científicos que avalan su teoría y remontándose a la célebre frase de Marshall McLuhan "el medio es el mensaje", Carr ahonda en cómo las tecnologías han ido transformando las formas de pensamiento de la sociedad: la creación de la cartografía, del reloj y la más definitiva, la imprenta. Ahora, más de quinientos años después, le ha llegado el turno al efecto Internet.
Pero no hay que equivocarse: Carr no defiende el conservadurismo cultural. Él mismo es un usuario compulsivo de la web y prueba de ello es que no puede evitar despertar a su ordenador durante una breve pausa en la entrevista. Descubierto in fraganti por la periodista, esboza una tímida sonrisa, "¡lo confieso, me has cazado!". Su oficina está en su residencia, una casa sobre las Montañas Rocosas, en las afueras de Boulder (Colorado), rodeada de pinares y silencio, con ciervos que atraviesan las sinuosas carreteras y la portentosa naturaleza estadounidense como principal acompañante.
P. Su libro ha levantado críticas entre periodistas como Nick Bilton, responsable del blog de tecnología Bits de The New York Times, quien defiende que es mucho más natural para el ser humano diversificar la atención que concentrarla en una sola cosa.
R. Más primitivo o más natural no significa mejor. Leer libros probablemente sea menos natural, pero ¿por qué va a ser peor? Hemos tenido que entrenarnos para conseguirlo, pero a cambio alcanzamos una valiosa capacidad de utilización de nuestra mente que no existía cuando teníamos que estar constantemente alerta ante el exterior muchos siglos atrás. Quizás no debamos volver a ese estado primitivo si eso nos hace perder formas de pensamiento más profundo.
P. Internet invita a moverse constantemente entre contenidos, pero precisamente por eso ofrece una cantidad de información inmensa. Hace apenas dos décadas hubiera sido impensable.
R. Es cierto y eso es muy valioso, pero Internet nos incita a buscar lo breve y lo rápido y nos aleja de la posibilidad de concentrarnos en una sola cosa. Lo que yo defiendo en mi libro es que las diferentes formas de tecnología incentivan diferentes formas de pensamiento y por diferentes razones Internet alienta la multitarea y fomenta muy poco la concentración. Cuando abres un libro te aíslas de todo porque no hay nada más que sus páginas. Cuando enciendes el ordenador te llegan mensajes por todas partes, es una máquina de interrupciones constantes.
P. ¿Pero, en última instancia, cómo utilizamos la web no es una elección personal?
R. Lo es y no lo es. Tú puedes elegir tus tiempos y formas de uso, pero la tecnología te incita a comportarte de una determinada manera. Si en tu trabajo tus colegas te envían treinta e-mails al día y tú decides no mirar el correo, tu carrera sufrirá. La tecnología, como ocurrió con el reloj o la cartografía, no es neutral, cambia las normas sociales e influye en nuestras elecciones.
P. En su libro habla de lo que perdemos y aunque mencione lo que ganamos apenas toca el tema de las redes sociales y cómo gracias a ellas tenemos una herramienta valiosísima para compartir información.
R. Es verdad, la capacidad de compartir se ha multiplicado aunque antes también lo hacíamos. Lo que ocurre con Internet es que la escala, a todos los niveles, se dispara. Y sin duda hay cosas muy positivas. La Red nos permite mostrar nuestras creaciones, compartir nuestros pensamientos, estar en contacto con los amigos y hasta nos ofrece oportunidades laborales. No hay que olvidar que la única razón por la que Internet y las nuevas tecnologías están teniendo tanto efecto en nuestra forma de pensar es porque son útiles, entretenidas y divertidas. Si no lo fueran no nos sentiríamos tan atraídos por ellas y no tendrían efecto sobre nuestra forma de pensar. En el fondo, nadie nos obliga a utilizarlas.
P. Sin embargo, a través de su libro usted parece sugerir que las nuevas tecnologías merman nuestra libertad como individuos...
R. La esencia de la libertad es poder escoger a qué quieres dedicarle tu atención. La tecnología está determinando esas elecciones y por lo tanto está erosionando la capacidad de controlar nuestros pensamientos y de pensar de forma autónoma. Google es una base de datos inmensa en la que voluntariamente introducimos información sobre nosotros y a cambio recibimos información cada vez más personalizada y adaptada a nuestros gustos y necesidades. Eso tiene ventajas para el consumidor. Pero todos los pasos que damos online se convierten en información para empresas y Gobiernos. Y la gran pregunta a la que tendremos que contestar en la próxima década es qué valor le damos a la privacidad y cuánta estamos dispuestos a ceder a cambio de comodidad y beneficios comerciales. Mi sensación es que a la gente le importa poco su privacidad, al menos esa parece ser la tendencia, y si continúa siendo así la gente asumirá y aceptará que siempre están siendo observados y dejándose empujar más y más aún hacia la sociedad de consumo en detrimento de beneficios menos mensurables que van unidos a la privacidad.
P. Entonces... ¿nos dirigimos hacia una sociedad tipo Gran Hermano?
R. Creo que nos encaminamos hacia una sociedad más parecida a lo que anticipó Huxley en Un mundo feliz que a lo que describió Orwell en 1984. Renunciaremos a nuestra privacidad y por tanto reduciremos nuestra libertad voluntaria y alegremente, con el fin de disfrutar plenamente de los placeres de la sociedad de consumo. No obstante, creo que la tensión entre la libertad que nos ofrece Internet y su utilización como herramienta de control nunca se va a resolver. Podemos hablar con libertad total, organizarnos, trabajar de forma colectiva, incluso crear grupos como Anonymous pero, al mismo tiempo, Gobiernos y corporaciones ganan más control sobre nosotros al seguir todos nuestros pasos online y al intentar influir en nuestras decisiones.
P. Wikipedia es un buen ejemplo de colaboración a gran escala impensable antes de Internet. Acaba de cumplir diez años...
R. Wikipedia encierra una contradicción muy clara que reproduce esa tensión inherente a Internet. Comenzó siendo una web completamente abierta pero con el tiempo, para ganar calidad, ha tenido que cerrarse un poco, se han creado jerarquías y formas de control. De ahí que una de sus lecciones sea que la libertad total no funciona demasiado bien. Aparte, no hay duda de su utilidad y creo que ha ganado en calidad y fiabilidad en los últimos años.
P. ¿Y qué opina de proyectos como Google Books? En su libro no parece muy optimista al respecto...
R. Las ventajas de disponer de todos los libros online son innegables. Pero mi preocupación es cómo la tecnología nos incita a leer esos libros. Es diferente el acceso que la forma de uso. Google piensa en función de snippets, pequeños fragmentos de información. No le interesa que permanezcamos horas en la misma página porque pierde toda esa información que le damos sobre nosotros cuando navegamos. Cuando vas a Google Books aparecen iconos y links sobre los que pinchar, el libro deja de serlo para convertirse en otra web. Creo que es ingenuo pensar que los libros no van a cambiar en sus versiones digitales. Ya lo estamos viendo con la aparición de vídeos y otros tipos de media en las propias páginas de Google Books. Y eso ejercerá presión también sobre los escritores. Ya les ocurre a los periodistas con los titulares de las informaciones, sus noticias tienen que ser buscables, atractivas. Internet ha influido en su forma de titular y también podría cambiar la forma de escribir de los escritores. Yo creo que aún no somos conscientes de todos los cambios que van a ocurrir cuando realmente el libro electrónico sustituya al libro.
P. ¿Cuánto falta para eso?
R. Creo que tardará entre cinco y diez años.
P. Pero aparatos como el Kindle permiten leer muy a gusto y sin distracciones...
R. Es cierto, pero sabemos que en el mundo de las nuevas tecnologías los fabricantes compiten entre ellos y siempre aspiran a ofrecer más que el otro, así que no creo que tarden mucho en hacerlos más y más sofisticados, y por tanto con mayores distracciones.
P. El economista Max Otte afirma que pese a la cantidad de información disponible, estamos más desinformados que nunca y eso está contribuyendo a acercarnos a una forma de neofeudalismo que está destruyendo las clases medias. ¿Está de acuerdo?
R. Hasta cierto punto, sí. Cuando observas cómo el mundo del software ha afectado a la creación de empleo y a la distribución de la riqueza, sin duda las clases medias están sufriendo y la concentración de la riqueza en pocas manos se está acentuando. Es un tema que toqué en mi libro El gran interruptor. El crecimiento que experimentó la clase media tras la II Guerra Mundial se está revirtiendo claramente.
P. Internet también ha creado un nuevo fenómeno, el de las microcelebridades. Todos podemos hacer publicidad de nosotros mismos y hay quien lo persigue con ahínco. ¿Qué le parece esa nueva obsesión por el
yo instigado por las nuevas tecnologías?
R. Siempre nos hemos preocupado de la mirada del otro, pero cuando te conviertes en una creación mediática -porque lo que construimos a través de nuestra persona pública es un personaje-, cada vez pensamos más como actores que interpretan un papel frente a una audiencia y encapsulamos emociones en pequeños mensajes. ¿Estamos perdiendo por ello riqueza emocional e intelectual? No lo sé. Me da miedo que poco a poco nos vayamos haciendo más y más uniformes y perdamos rasgos distintivos de nuestras personalidades.
P. ¿Hay alguna receta para
salvarnos'?
R. Mi interés como escritor es describir un fenómeno complejo, no hacer libros de autoayuda. En mi opinión, nos estamos dirigiendo hacia un ideal muy utilitario, donde lo importante es lo eficiente que uno es procesando información y donde deja de apreciarse el pensamiento contemplativo, abierto, que no necesariamente tiene un fin práctico y que, sin embargo, estimula la creatividad. La ciencia habla claro en ese sentido: la habilidad de concentrarse en una sola cosa es clave en la memoria a largo plazo, en el pensamiento crítico y conceptual, y en muchas formas de creatividad. Incluso las emociones y la empatía precisan de tiempo para ser procesadas. Si no invertimos ese tiempo, nos deshumanizamos cada vez más. Yo simplemente me limito a alertar sobre la dirección que estamos tomando y sobre lo que estamos sacrificando al sumergirnos en el mundo digital. Un primer paso para escapar es ser conscientes de ello. Como individuos, quizás aún estemos a tiempo, pero como sociedad creo que no hay marcha atrás.




Bárbara Célis. El Pais 29/01/2011

13/11/10

Calidad de la democracia en España


Braulio Gómez Fortes Irene Palacios Ramón Vargas-Machuca Ortega Manuel Pérez Yruela
Colección Ariel Ciencias Políticas
Pasados más de treinta años de la aprobación en referéndum de la Constitución española es hora de evaluar la percepción que tienen los españoles sobre el funcionamiento y la calidad de la democracia. Se trata del primer estudio sobre el tema que se lleva a cabo en España. Para ello se han recogido datos a través de encuestas de opinión sobre la realidad democrática que el ciudadano vive día a día: sus logros, su legitimidad, su eficacia como gobierno, el funcionamiento del Estado de Derecho, la corrupción y el papel de los medios de comunicación entre otros factores. Un análisis de cómo valoran los ciudadanos la democracia y de cómo esa valoración influye en la legitimidad y confianza que atribuyen al sistema político del que se han dotado para gobernarse. (Sinopsis).

30/10/10

Igreja de Sta Clara (Vila do Conde) Portugal






El convento de Sta Clara en Vila do Conde es Monumento Nacional desde 1910. Lo más destacable del conjunto es la capilla manuelina de sus fundadores D. Afonso Sanchez (hijo bastardo del rey D. Dinis) y su esposa D. Teresa de Menezes en 1318. Se trata de una importante obra del gótico en Portugal. Esta capilla se abre por un arco apuntado con una moldura decorada con el cordón franciscano. El arco presenta decoración vegetalista y figurativa así como las ventanas de la capilla. El techo presenta una bóveda de crucería estrellada y de combados. Es posible que sea obra del cántabro Juan del Castillo, artista que afincado en Portugal tanto contribuyó al desarrollo del Manuelino como estilo nacional. De no ser así sería obra de artistas que trabajaron para él sin duda. En su interior podemos ver las tumbas de los fundadores, obra de Diego Pires, en piedra de Ança. Esta piedra procede de unas canteras próximas a Coimbra y fue muy utilizada para este tipo de trabajos por su facilidad para la labra en detalle. La decoración de las tumbas muestra una evolución ya próxima al Renacimiento.