20/4/08

Joaquín Díaz y la música celta


Las músicas tradicionales son ahora para muchos jóvenes instrumentistas una fuente de inspiración. Joaquín Díaz ha pasado casi cuatro décadas recopilando silenciosamente ese patrimonio. Con más de sesenta discos y medio centenar de libros, tiene un nuevo álbum con canciones sobre los árboles. La labor de Joaquín Díaz es de largo aliento. Muy largo. Lleva casi cuarenta años recopilando mediante grabaciones y anotaciones los restos de un patrimonio musical a punto de diluirse en el olvido.


P. Lo de la pureza no existe.R. Durante muchos años he tenido que escuchar que el folclor es algo que está ahí , que es intocable y no se puede cambiar. Pero esa idea de que va cambiando con las interpretaciones es algo que no era muy popular, aunque muchos pensáramos así.
P. En los últimos diez años muchos jóvenes se han interesado por las diferentes músicas regionales de España. Los vascos con sus instrumentos tradicionales incorporándolos a músicas contemporáneas y lo mismo en otros sitios. Y la música celta...R. Ahí hay dos cosas. Por un lado veo que las nuevas generaciones ya no tienen prejuicio con respecto a lo antiguo, cosa que sí sucedía en mi generación. Ahora me alegro muchísimo de que los jóvenes sean capaces de elegir. Hay un panorama muy amplio del que pueden echar mano para hacer sus interpretaciones actuales, conocer otros instrumentos, aprender a usarlos. Luego está también esa otra influencia cultural, como lo de la llamada música celta. Tiene todos esos bonitos matices irlandeses y escoceses, porque la música celta se crea a partir de unas mitologías. La gente que la inventó sabe que es un invento, pero el que va a un festival de música celta cree que es muy antigua. Está en una especie de limbo cultural, no está en ningún lugar real. Es muy poético y eso tiene su atractivo. Tiene el peligro también de vivir en un mundo imaginario; algo que, por otro lado, siempre ha existido.

(El País, 9.07.05)

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